lunes, 4 de junio de 2012

Experiencias


“Estoy enojada con vos por que me haces hacer la tarea”. Una de las primeras frases que anote de ella, en los primeros minutos de clases particulares, en los primeros instantes de miradas sospechosas de no conocernos, no comprender en que mundo estamos.
De sus respuestas adultas comprendí que a lo que me enfrentaba era mas allá que el desafió de no tener la teoría, la experiencia de enseñar a una “personita” cuyas dificultades se deben a una enfermedad llamada “Epilepsia”.
Una afección neurológica crónica, recurrente y repetitiva, de fenómenos paroxísticos ocasionados por descargas de neuronas cerebrales de forma desordenada y excesiva.
Los primeros días fueron parcialmente nublados y con chaparrones, pura negatividad hacia mí, cómo si el enemigo se presentara entre nosotros… en mis ideas estaba la ilusión de que con el tiempo, con paciencia todo se transforma y así fue.
Me gane su confianza dándole mayor importancia a su “mundo”, comprendiendo los por que de sus reacciones, comportamientos, su tiempo; así entendí que lo mejor era adaptarnos entre las dos para hacerlo todo mas fluido, divertido y entretenido. Por supuesto que sin olvidar los roles y las obligaciones de cada una.
El esfuerzo se vio reflejado con las ganas de avanzar. A los dos meses logramos que ella camine mejor, debido a su problema sensorio-motriz, estimulando con caminatas cortas y práctica de la escritura. Por el poco tiempo era un gran avance. Mas tarde fuimos por más, al estar en segundo grado teníamos que ponernos al tanto de la lectura, la comprensión y la asociación de imágenes con palabras, lo logramos y nuevamente con gran esfuerzo y alentado a que cada día se puede un poco mas, sí se quiere,
“ No te vayas” fue una de las ultimas frases, ella sabia que dado a mi responsabilidad con el estudio y otras cuestiones no iba a poder seguir ayudándola, pero la satisfacción y la felicidad de que todo fue para adelante me sirvió para hoy decir que hice algo por alguien que lo necesitaba mas que nadie.

Fuente: Maria Florencia Martinez

Usualmente todos tenemos la suerte de poder ayudar a alguien que nos necesita y eso es lo que nos convierte en grandes personas, siento mucho agrado y gusto de poner esta experiencia de vida en el blog , Gracias Flor por querer compartirla.

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